La adaptación al cambio climático es el proceso de ajuste a la variación del clima real o proyectada que se entiende como acciones realizadas a fin de moderar los daños, o, en algunos casos, beneficiarse de ellos, y conseguir con esto reducir la vulnerabilidad.

En el Paraguay, los principales efectos del cambio climático son las olas de calor, inundaciones, sequías prolongadas, afectación en las especies de plantas y animales, pérdidas económicas en distintos sectores, calidad y disponibilidad de recursos hídricos, emigración y otros.

De acuerdo al Índice de Vulnerabilidad y Adaptación al Cambio Climático en la Región de América Latina y el Caribe (CAF, 2014), el Paraguay se encuentra en la categoría de “riesgo extremo” a causa de factores como la pobreza, desigualdad y medios de subsistencia vulnerables.

Debido a esto, la implementación de medidas y acciones de adaptación cobran importancia puesto que permiten a las comunidades, sus medios de vida y a los ecosistemas alcanzar la resiliencia climática.

En este sentido, el país dispone de normativas como la Ley N° 5875/2017 Nacional de Cambio Climático de la cual se desprenden planes, programas y proyectos a fin de hacer frente a la crisis climática mediante un abordaje multisectorial, multiactor y multinivel.

En Paraguay, siguiendo la estructura operativa del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), la adaptación debe ser encarada tanto desde la perspectiva local como sectorial. En esta línea, el PNACC define siete sectores prioritarios con los cuales trabajar: